No. 130/RESEÑARIO |
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Hombre y mito: Daniel Santos |
Axel Ramírez
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Luis Rafael Sánchez,
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La importancia de llamarse Daniel Santos constituye una fabulación compuesta de una presentación, tres partes y una despedida. En esta obra destaca la figura recia de “El Jefe” Daniel Santos, a quien Sánchez hace circular por una América Latina sin fronteras: Venezuela, Colombia, Cuba, Panamá, México, etcétera. En ella, la preocupación fundamental del autor es rescatar la cultura popular creando un texto con un abordaje bastante abierto y extendido de Hispanoamérica. El Daniel Santos, bolerista y guarachero, que conocimos en canciones como “Virgen de media noche”, “Dos gardenias”, “Amor” y otros éxitos, se traslapa con el Daniel Santos que volvió sano y salvo de la guerra para convertirse en un defensor acérrimo de la independencia de Puerto Rico, lo que le valió, en su momento, ser vetado en Estados Unidos.
Partiendo básicamente de la cultura de Puerto Rico, el autor muestra la ficción desde la estética literaria. Con su marcado estilo caribeño, Sánchez hace del lector un ente activo que se deja atrapar en la urdimbre literaria; con una fuerte influencia brechtiana, desea también crear conciencia aunque ya no en el escenario sino en la escritura, por medio de la figura del Inquieto Anacobero, de voz ronca y desencajada. Al decir de Efraín Barradas, Luis Rafael Sánchez comienza a armar su rompecabezas; “la rebeldía de la sintaxis” está casi siempre presente en esta obra. “Pero la vida avanza y uno sabe que ese día va de paso y quiere marcharse sin que el ruido de una vaina de flamboyán revele la partida, sin que un asalto de hojas de yagrumo o panapén ponga pólvora a esta otra clase de fuga.”
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Ilustración: |
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