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  • 0181_Crónica_La ilusión (ahora) viaja en bicicleta – José Alejandro Arceo Contreras

    0181_Crónica_La ilusión (ahora) viaja en bicicleta – José Alejandro Arceo Contreras

    Punto de partida y el jurado de Crónica del Concurso 44 están enterados, desde el viernes 4 de abril, de la denuncia de plagio hecha en redes sociales al ganador del Segundo Premio en dicho certamen, José Alejandro Arceo Contreras. La crónica original es de la autoría del escritor Gerardo Lammers y fue publicada previamente en la revista Etiqueta negra y en el libro Historias del más allá en el México de hoy. Crónicas esotéricas (El Salario del Miedo / Almadía).

    Asimismo, Punto de partida comunica que ha estado en contacto con el autor de la crónica original, y que se ha iniciado el procedimiento institucional para tomar las medidas pertinentes de acuerdo con la revisión que del caso realiza actualmente el jurado.

    Revocación del Segundo Premio de Crónica del Concurso 44 de Punto de Partida
    ACTA DEL JURADO CALIFICADOR

    CRÓNICA/No. 181


     

    La ilusión (ahora) viaja en bicicleta

    José Alejandro Arceo Contreras

    Facultad de Arquitectura-unam

     

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  • 0179_Créditos_Créditos

    No. 178 / MARZO-ABRIL 2013 / CRÉDITOS

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  • 0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Urayoán Noel

    0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Urayoán Noel

    POESÍA PUERTORRIQUEÑA ACTUAL/No. 179


     

    Urayoán Noel

    San Juan, 1976

     

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  • 0179_Del Árbol Genealógico_Poemas – Manuel Ramos Otero

    DEL ÁRBOL GENEALÓGICO/No. 179


     

       Poemas

    Manuel Ramos Otero

     


    3

    Vuelvo a cantar dejando atrás la muerte
    sumándome a la horrible ternura del amor
    que ahora llega cuando la vida es tarde
    para ser inocente de las guerras futuras.
    Vuelvo a la noche eterna de la espera
    al prejuicio sagrado de un solo hombre
    después de haber hecho la paz
    en los atardeceres remotos de la soledad.
    Vuelvo al mundo separándome más
    habiendo parido otro fantasma
    habitante de playas neblinosas
    enemigo fugaz de las metáforas.
    Y estás aquí.
    Prometiendo un amor que rebasa este siglo.
    Repartiendo la lluvia sedienta del verano.
    Pintor fidelísimo de paredes humanas.
    Animal de otro espacio ilimitado.
    Tanto reloj sin horas nos seduce
    tanta gana inconclusa nos aprieta
    tanta ilusión apenas nos inicia
    en el lento funeral de nuestra dicha.
    Tenemos poco tiempo y pocas cosas:
    una alfombra manchada, dos vasos sin memoria,
    un teléfono negro, un escondite,
    una llave de luz que cierra la tristeza
    y un pasado inmediato que ahora nos rechaza.
    Caminando perdidos de la mano
    de nuevo nos sorprende que tanto amor exista.
     

                                                                                                       De Invitación al polvo

    La dinastía de la luna

    Bañados por la nata del tiempo
    tachados por la luz de su alambique
    las almas lunarosas de los arrecifes
    sueñan del mar de la fertilidad en el que nacen
    saben del corazón, del hueco lento que busca la memoria
    sabe quel cuerpo, mansión deshabitada, pueblo muerto
    hiato avergonzado de su historia, jamás comprenderá
    qué leche lo alimenta a sangre fría.

    La madre lo amamanta, lo seduce, lo ahoga con humo
    de caricias, lo lanza peligrando al precipicio
    para que agarre el margen, eternamente el margen de la vida.
    El niño es un lunar es un destino, la quinta luna,
    el tajo de un amor cicatrizando al viento, el ojo y el reflejo
    del miedo más remoto, el cuerpo de otro cuerpo.
    Al final, carne y luz son la misma materia del poeta
    carne y sombra, también hacen temblar el placer invisible
    de árboles sanguíneos echando sus raíces en la arena
    como faros marinos para ángeles del Mar de los Sargazos.
    Cerca del mar están las islas del Trópico de Cáncer.
    Para ellas un sordo nebuloso compuso una sonata,
    claro de luna, plata de un piano de madrugada líquida,
    arrebata de piedra, manantial de espíritu.
    Ese collar vertical las cría y las sostiene
    ese ombligo invisible huracaniza el caos, las educa,
    esa angustia de hilos siderales martiriza la seda
    para que vivan luego la otra biografía del gusano.

    No era Mongolia, no era Tumbuctú, no era Castilla,
    el punto de partida del dolor es otra dinastía,
    híbrido amor de tálamos y tumbas calcinados,
    puentes de sándalo en guerra con los vientos alisios,
    barcos de filigrana ahogándose en la lluvia del olvido,
    un código cabal que intenta descifrar los manuscritos
    de todos esos libros nunca escritos para que nadie sepa.

    La falsa paz de un yugo azul los atormenta
    la verde podredumbre de un manglar los falsifica
    fabrican retratos amarillos de sus antepasados
    y cada noche sueñan la fórmula secreta de mejorar la raza.
    Cuando es la luna llena al tiburón arcángel mortifican
    y si el cuarto es menguante el negro vaginal lo descompone
    cuando la luna es nueva la ballena de hielo los eclipsa
    y si el cuarto es creciente el falo del monstruo los penetra.
    El cuero carabalí no es cosa de cantos gregorianos
    la flauta del hueso de un difunto no es cuento de invasores
    al son que se les toca bailan lunáticos, locos, lacerados,
    hartándose el banquete de sus lenguas mechadas con silencio.

    El palacio de la pobre dinastía de la luna fue de palmas
    trenzas de polvo alzaban sus terrazas al fin de la intemperie
    estanques de sudor lamían las nalgas sulfurosas de una estatua
    la ciudad palaciega moría en una bruma de sereno y salitre.
    La visión arqueológica sólo alcanzó la luz de sus vitrales
    solamente encontró huellas de esperma pronosticando templos
    adivinó la esfera original de los plomizos jueyes cancerosos
    y pudo formular lo más campante el fin fabuloso de la estirpe.

                                                                                                      
                                                                                                       De Invitación al polvo

     

    AQUÍ SÍ SOMOS NEGROS desde el hombro hasta el hambre.
    Es el luto inherente de los hombres del miedo.
    Las almas son los templos devastados.
    Los velones son velas con ojos derretidos,
    las últimas mujeres enterraron sus hijos en guitarras
    y llevaron sus velorios al mar.
    ¡Qué no se piense nunca que terminó la guerra!
    Tanto remiendo al fuego debilita la vida.
    Lo que se quiere es sangre que anochezca la carne,
    que los niños aprendan quel cuchillo esconde
    la imagen del niño asesinado.
    Antes de que los sueños remolquen a la noche,
    colgaremos collares de ajo en los portones,
    comenzarán las fiestas patronales del pueblo,
    la soledad tendrá sus hospitales
    y amolaremos los colmillos del Ángel.
    Tenemos todo el tiempo de las olas de paz.
    Nuestros soldados viran sus relojes de arena
    en los nuevos lugares de la desolación.
    Es Martes cada vez que la invasión aborta sus cadáveres.
    Habitualmente somos. Sé que somos.
    Arquitectos perfectos del pasado.
    La cena sirve siempre los crepúsculos.
    Los uniformes siempre almidonados.
    Inevitablemente se enmohecen los fusiles.
    Y siempre habrá café con pan para los héroes.


                                                                                                       De Tálamos y tumbas

     


    Manuel Ramos Otero (Manatí, 1948-San Juan, 1990). Profesor y escritor. Como muchos otros escritores de la época, se mudó a Nueva York buscando un ambiente con menos represión sexual y social. Trabajó como investigador y profesor en varias universidades. Publicó el poemario El libro de la muerte (Waterfront Press; Editorial Cultural, 1985), y los póstumos Invitación al polvo (Plaza Mayor, 1991) y Tálamos y tumbas (Universidad de Guadalajara, 1998), así como los libros de narrativa Concierto de metal para un recuerdo y otras orgías de soledad (Editorial Cultural, 1971), La novelabingo (El Libro Viaje, 1976), El cuento de la Mujer del Mar (Ediciones Huracán, 1979) y Página en blanco y staccato (Plaza Mayor, 1987). El final de su obra refleja un testimonio crítico contundente sobre los prejuicios que acompañaron la epidemia del virus del sida.

     

  • 0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Kattia Chico

    0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Kattia Chico

    POESÍA PUERTORRIQUEÑA ACTUAL/No. 179


     

    Kattia Chico

    San José, Costa Rica, 1969

     

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  • 0179_Créditos_Editorial

    EDITORIAL/No. 179


     
    Punto de partida presenta en este número una selección de poesía puertorriqueña actual preparada por Mara Pastor y Nicole Cecilia Delgado, quienes decidieron compilar no poetas sino poemas de distintos autores. Así, se dieron a la tarea de buscar y revisar verdaderos tesoros perdidos en bibliotecas, fotocopias, librerías y libreros. El resultado es esta selección de poemas publicados (o escritos, ya que incluye inéditos) entre 2001 y 2013, la cual forma parte de un trabajo antológico más extenso. Frente al margen de acción de esta revista, que se dedica a la difusión de nuevos autores, Pastor y Delgado optaron por una apuesta diferente: no asumir a los poetas como “jóvenes”, sino mostrar un segmento de la vasta producción poética puertorriqueña de años recientes. El resultado es esta muestra del trabajo de once autores, la mayoría nacidos en los años setenta, algunos en los sesenta y los ochenta.

    Al acercarme a la poesía de Puerto Rico cobijo más dudas que certezas: a pesar de la proliferación de contactos entre autores y la difusión de la obra en blogs y páginas electrónicas, ciertas literaturas permanecen más invisibilizadas para el público que otras. En este tenor, Mara Pastor y Nicole Cecilia Delgado afirman en su presentación a la muestra: “pareciera […] que la literatura puertorriqueña (también la Historia) necesitara volver a escribirse, en un circuito de repetición interminable, después de oleadas de censura, desaparición sistemática y conveniente olvido”, y plantean precisamente que el acceso a la información y las nuevas tecnologías pueden interrumpir este circuito. La paradoja es que esta reinvención constante se da en un medio donde proliferan los recitales, las publicaciones independientes; en un territorio que organiza festivales internacionales de poesía y vive la efervescencia de ediciones artesanales que privilegian el hecho poético y propician la interrelación de los escritores.

    Complementan la muestra los espléndidos collages de la ilustradora Lorraine Rodríguez Pagán y los poemas de Manuel Ramos Otero, quien abre el Árbol Genealógico. Es suyo el verso del que Pastor y Delgado toman el título de la antología, por demás acertado: “Vientos alisios”. Éstos soplan desde los trópicos hacia el ecuador con velocidad y dirección relativamente constantes, y moldean el clima y la temperatura de las Antillas, incluida Puerto Rico. Punto de partida pretende, con la publicación de esta antología, contribuir a romper el círculo de desmemoria que mencionan las compiladoras y hacer partícipes a los lectores mexicanos del soplo firme de la poesía puertorriqueña actual.

     


    Carmina Estrada
     
     
  • 0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Emanuel Bravo

    0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Emanuel Bravo

    POESÍA PUERTORRIQUEÑA ACTUAL/No. 179


     

    Emanuel Bravo

    Filadelfia, 1976

     

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  • 0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Chloé Georas

    0179_Poesía Puertorriqueña Actual_Chloé Georas

    POESÍA PUERTORRIQUEÑA ACTUAL/No. 179


     

    Chloé Georas

    Texas, 1966

     

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